martes, 17 de marzo de 2009

No más bodas por lo civil!!!

Pues ahora sí les cayó una bomba a aquellos que tienen un amante y viven en Australia.

Resulta que a principios de marzo se aprobó una ley que otorga derechos a TODAS las relaciones de pareja con más de dos años de antigüedad. La iniciativa contempla a las relaciones entre homosexuales, heterosexuales e incluso a las que se establecen fuera del matrimonio. Así que, mientras los homosexuales celebraron por el avance en las leyes que les otorgan derechos como pareja, hay quienes están temblando y haciendo cuentas de cuánto llevan con el amante.

Y es que según esto, después de dos años de relación, los integrantes de la pareja tienen casi los mismos derechos que los de un matrimonio: manutención, seguro social, derecho a compartir los fondos de jubilación o liquidación, derecho a heredar y cositas por el estilo. Pero en el caso de los amantes la cosa se pone más intensa, porque “la otra” o “el otro” tienen derecho a exigir legalmente el divorcio. Así como lo oyen!!!


La nueva ley incluso contempla la división de propiedades en caso de que uno de los miembros del matrimonio tenga un “segundo frente”. Es decir, si hay divorcio ya no se dividirán los bienes en dos, sino podría ser hasta en 3 o 4 partes. En este caso, el Tribunal de la Familia decidirá lo que la segunda pareja merece, especialmente si hay niños de por medio.


Otra de las joyas que tiene esta nueva ley es que si existe un embarazo, incluso sin que haya una permanente relación de pareja, la mujer tiene derecho a gozar de los bienes del padre del chavito.


Desde entonces buscó amante... jajajajajaja


foto tomada de photobucket.com

martes, 3 de marzo de 2009

Lenguas


Uyyyy pues ahora sí me agarraron las prisas y los temas se me juntaron. Bueno, para los que no lo saben ya estoy de regreso en la escuela y el trabajo, pero eso no será excusa para ausentarme de aquí.

Empezaré por contarles que el año pasado estuve en un centro de estudiantes extranjeros en La Trobe University, lo cual me facilitaba mucho las cosas. Para empezar, todos estábamos aprendiendo inglés, por lo tanto teníamos más o menos el mismo vocabulario, cometíamos similares errores gramaticales y nadie hacía burla si alguien se equivocaba porque muchas veces ni lo advertías. Ja, ese tiempo se acabó.


Este año me inscribí en un “Diploma of Broadcasting” y ahora sí estoy aprendiendo lo que es convivir con la raza aussie. El diplomado es sobre radio y televisión pero en su versión australiana. Una de mis primeras tareas fue crear un blog para escribir (obvio en inglés) todo lo relacionado con la radio: programas, conductores, ratings, quién controla qué, tendencias y, pues ahí vamos. Otra de las cosas nuevas es que el 85% de mis compañeros son chavitos australianos, entonces hablan hechos la chingada y con un chorro de modismos. La verdad es que a veces no les entiendo un carajo o ellos no tienen paciencia para dejarme terminar mi idea y a la primera me dicen: “yes, yes, I know what you mean…” (agrrrrrrrrr, me choca).


No sé si frustración es la palabra que mejor define ese momento, pero intuyo que tiene que ver con una necesidad básica de comunicación. Nunca se sentirá igual expresar tus sentimientos en tu lengua materna que en un segundo idioma.

Bueno, toda esta introducción y un poco más vienen a relucir porque en mis últimos meses me he llenado de cine hasta por las orejas. Para los que tampoco están enterados, participo en un programa de radio todos los sábados y me toca hablar de películas, actores y festivales de cine, así que por primera vez en mi vida vi casi todas las películas que estaban compitiendo por los Oscar. Y en consecuencia, también me chuté todo el programa de la premiación en el Teatro Kodak.


Cuando tocó la premiación a la mejor actriz de reparto por supuesto mis porras eran para Penélope Cruz. Me dio mucho gusto que ganara. Pero una de las cosas que más me emocionó esa noche fue la empatía de Penélope con mi sentimiento respecto al idioma. Supongo que por tratarse de Hollywood, Penélope no quería desentonar y muy juiciosamente escribió sus agradecimientos en inglés para que los nervios no la traicionaran. Pero al final de su breve discurso no pudo más y dejó que sus sentimientos fluyeran en su lengua materna, el español. Y lo mismo pasó con A.R. Rahman, quien se ganó una estatuilla en la categoría de mejor canción por “Jai ho", canción de Slumdog Millionaire. Cuando este músico subió al podio no pudo evitar terminar sus agradecimientos en Tamil, una de las tantas lenguas que se hablan en India.

¿Será que de verdad las emociones fluyen mejor en la lengua materna?